La alegría, belleza y tranquilidad que emanan los lagos en la montaña han servido como inspiración para la creación de las piscinas ecológicas o naturales. Pero… ¿Cómo surgió la inquietud de construir piscinas naturales? Se estima que todo se originó en los años 80 en Austria. En ese momento un equipo de investigadores ayudó a lanzar el movimiento que mostró al mundo los problemas de salud que acarrean las piscinas que son cloradas.
Dos experiencias muy distintas
Siendo sinceros, a todos nos parece agradable y refrescante sumergirnos en alguna piscina clorada, sobre todo en los días de altas temperaturas. Pero también hay que aceptar que esa experiencia queda pálida si la comparamos con nadar en lagos naturales. Cuando nadas en estanques naturales no te queda la piel seca, no te provoca ducharte y menos se te irritan los ojos ni te deja picor en la piel. Y estas situaciones molestas son normales luego de nadar un rato en el agua clorada.
Algunas ventajas de las piscinas ecológicas o naturales
Las piscinas ecológicas proporcionan a nuestros espacios una hermosa y equilibrada estética. Pero eso no es todo. Estas piscinas naturales también aportan otros enormes beneficios, entre los que se encuentran los siguientes:
- El agua de las piscinas naturales es de excelente calidad.
- Los tratamientos que requiere el agua se encuentran libres de químicos.
- Las piscinas naturales generan un perfecto hábitat tanto para la flora como para la fauna.
- En comparación con las piscinas tradicionales, las piscinas naturales requieren mantenimientos con costes bastantes reducidos.